Collioure alberga tesoros marítimos y arquitectónicos incomparables. Puerto catalán, pueblo de pescadores, patrimonio medieval y colores soleados de la costa mediterránea..., entenderás mejor por qué Matisse, Derain y Picasso decidieron montar aquí sus caballetes. Descubre una hermosa escala de paso hacia los Pirineos Orientales, también conocida como la perla de la costa "Vermeille".
COLLIOURE, UN PARAÍSO DE LOS PIRINEOS ORIENTALES
Adéntrate en los pequeños callejones peatonales de la ciudad de Collioure. Descubrirás numerosos detalles arquitectónicos que reflejan las diferentes ocupaciones que ha tenido a lo largo de los siglos.
Entre los balcones floridos y las casas con fachadas de colores, no te puedes perder el antiguo recinto medieval que rememora el pasado histórico de la ciudad.
El puerto deportivo se ha convertido en el emblema de la ciudad para los paseos junto al mar. Ya sea por la mañana para recibir a los pescadores, al mediodía para un descanso gourmet o por la noche para admirar las luces de la bahía, el puerto de Collioure está lleno de vida en cualquier momento del día. Es también un sitio muy conocido por los pintores que buscan inspiración.
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DEGUSTA LAS ANCHOAS DE COLLIOURE
Durante el paseo, es imprescindible hacer una parada en los bares, restaurantes y tiendas del paseo marítimo para degustar las famosas anchoas de Collioure. Los vecinos te explicarán allí mismo que el puerto y su privilegiada situación geográfica fueron el origen de la ciudad de Collioure. Si eres de los más curiosos, puedes visitar los talleres artesanales de elaboración de las anchoas que perpetúan las tradiciones ancestrales de la ciudad.
COLLIOURE, UNA CIUDAD HISTÓRICA REAL
Visitar Collioure es también sumergirse en el corazón de una ciudad monumental, en la estela de la historia catalana y aragonesa. Torres, castillos y fortalezas que pasaron de los romanos a Luis XIV y de los sarracenos a los reyes de Mallorca: Collioure es un verdadero libro abierto.
Si quieres hacer una visita histórica en familia, visita el Castillo Real de Collioure, del siglo XIII, catalogado en 1922. Aunque hoy en día tienes que mirar hacia arriba para verlo, no fue así hasta el siglo XVII. Se dice que el arquitecto Vauban hizo derruir la villa alta de Collioure para levantar el recinto exterior y hacer el glacis. Ahora no cabe duda. Atrévete a recorrer el último castillo real medieval de Francia y visita este multifacético monumento. Su historia promete un gran viaje en el tiempo: de antigua residencia de verano de los reyes de Mallorca, a fortaleza medieval, terminando como prisión de los refugiados de la «Retirada" (retirada de los republicanos derrotados al final de la Guerra Civil Española).
EN COLLIOURE, ¡SIGUE AL ARTISTA!
Es imposible visitar Collioure sin conocer a Matisse, Signac, Derain, Picasso.... Con su cielo despejado, sus colores vivos, su patrimonio histórico y sus pintorescos mercados, este pequeño puerto catalán ha seducido a los artistas más notables. El Museo de Arte Moderno es la continuidad de esta historia. Aprenderás que fue aquí donde nació el fovismo en el siglo XX. Buscarás las 20 reproducciones de Matisse y Derain siguiendo el camino del Fovismo que serpentea por las coloridas calles de Collioure. Para los más curiosos, os abre sus puertas la Casa del Fovismo. En su interior, podrás contemplar las obras más bellas de artistas contemporáneos. ¡La sorpresa está garantizada!