DOMAINE BELLA VISTA

Respaldada por las colinas de Aspre, que la protegen del viento tramontano, la finca de Bellavista se asoma al Mediterráneo y a los viñedos circundantes. El 14 de agosto de 1267, Ava de Fenouillet, esposa del vizconde Jaubert IV de Catellnou, tomó el hábito religioso en el hospital de pobres de Illa. Dotó al hospital con todas sus posesiones de Cameles, Castelnou y otros lugares. La propiedad de Bellavista consistía únicamente en un aprisco y tierras. Desde entonces, cada generación ha dejado su huella en la finca. El Domaine de Bellavista hará de su fiesta todo lo que soñó. Sea cual sea la estación del año, las viñas que lo rodean aportan un encanto especial y colores a juego con su decoración.