Visitar el Memorial del Campo de Rivesaltes, inaugurado en 2015, es una forma de evocar un pasado histórico intenso. Si bien el pueblo, situado al norte de Perpiñán, es muy conocido por sus viñedos, la visita a su Memorial es esencial para comprender la historia de Francia.
EL CAMPO DE RIVESALTES, CAMINO Y DEBER DE MEMORIA
En un escenario cargado de historia, te sumergirás en los años más oscuros de la Francia del siglo XX. Al comenzar la visita regresarás de inmediato al 12 de noviembre de 1938.
Ese día, Francia promulgó una ley que permitía el internamiento administrativo de los que entonces llamaban «extranjeros indeseables».
Dicho de otro modo, el Estado autorizó la detención y el internamiento de personas, no por los delitos que presuntamente hubieran cometido, sino por el peligro potencial que pudieran representar.
Pese a la austeridad y a la tristeza, la visita del Memorial del Campo de Rivesaltes forma parte de un deber de memoria.
LA HISTORIA DEL CAMPO
Durante la visita, los guías explican que las primeras víctimas del campo fueron los republicanos españoles que intentaban escapar de la dictadura del general Franco en 1939. Luego, durante la Segunda Guerra Mundial, Rivesaltes acogió a judíos extranjeros y gitanos franceses antes de deportarlos a Auschwitz. Finalmente, el lugar concluyó su sombrío propósito encarcelando a los harkis después de la guerra de Argelia y refugiados africanos en 1963.
En la gran sala principal, donde se encuentra la enorme mesa de 30 metros de largo, se explica cómo los acontecimientos históricos causaron estos grandes desplazamientos forzados de poblaciones. En las pantallas hay una gran cantidad de testimonios, documentos y periódicos de la época que permiten reconstruir la historia del campo y los sucesivos internamientos.
LA VISITA DEL MEMORIAL DEL CAMPO DE RIVESALTES
Cuando llegas, te espera un escenario impresionante. Se ven las casetas en ruinas perfectamente alineadas alrededor de las cuales los visitantes se paran para rendir tributo y tratar de comprender. El campo de Rivesaltes, que se ha convertido en un verdadero punto de referencia en la historia del internamiento y de los desplazamientos forzados, es el único campo de internamiento francés que aún conserva intactos sus casetas.
El Memorial en sí, diseñado por el arquitecto Rudy Ricciotti, es sobrio e imponente, como si estuviera enterrado y se integrara en esta tierra árida. El interior se puede visitar de varias maneras. Ya sea por tu cuenta o con un guía, dedica varias horas a descubrir el Memorial a través de la sala didáctica, el auditorio y las exposiciones permanentes y temporales.
MOMENTO DE RECOGIDA
Dedica un momento a pararte frente a la estela erigida en 1994 en memoria de los judíos deportados, la erigida en 1995 para los harkis y, finalmente, en 1999, la que rinde homenaje a los republicanos españoles.