En el marco de su exposición permanente de monedas que circularon en Cataluña, Rosellón y Perpiñán, el Museo Puig propone un paralelismo con la acuñación medieval francesa. Así se pondrán de relieve los avatares políticos y monetarios de este largo periodo, como la aparición de deniers, florines y otras monedas finas de plata y oro.